
Sin embargo, para el Director de Seguridad Pública de San Juan, Adalberto Mercado, el arte del aerosol es una afrenta contra la estética de la ciudad y merece ser penalizada. Los artistas Bik Ismo y Ske, podrían enfrentar multas de hasta $5,000 o seis meses de cárcel por pintar (o embellecer, diría yo) las paredes de una ciudad que se cae a pedazos.

Mercado indicó en entrevista con El Nuevo Día que “los graffitis realizados en áreas y vías públicas constituyen un acto ilegal y criminal”. Añadió que el nuevo Código Penal “prohíbe a cualquier personal (el enfasis es de la autora) pegar, fijar, imprimir o pintar sobre propiedad pública cualquier aviso, anuncio, letrero, cartel, grabado, pasquín, cuadro, mote, escrito, dibujo, figura u otro medio similar, no importa el asunto, artículo, persona, actividad, tema, concepto o materia a que se haga referencia en los mismos”.
A sólo dos años de las elecciones, ¿estará Mercado tan dispuesto de hacer cumplir la ley cuando los políticos comiencen a pasquinar la ciudad con propaganda? ¿o es que la ley sólo lo prohíbe a "personal" y no ha instituciones o colectivos? ¿movilizará de igual forma las brigadas del Municipio para re-pintar la ciudad? ¿saldrá en las páginas de los periódicos criticando al Alcalde de San Juan y criminalizando su campaña política por colocar carteles en las paredes y puentes de la ciudad? ¿limpiará las murallas en Miramar y Condado y dejará intactas las del Residencial Lloréns Torres, la Barriada La Perla y Trastalleres?
La expresión artística -tan ligada a la libertad de expresión- debe ser alentada y no perseguida. Lo que afea la ciudad no son los grafitos, es el descuido y la indiferencia de las instituciones que no hacen y tampoco dejar hacer.